JIMMY LEWIS: Totally Involved (1974, Hotlanta)
Nunca un artista surgido de la escena de Los Angeles llegó a sonar tan extraordinariamente sureño. Jimmy siempre estuvo alejado de la pomposidad pop que dominaba esa escena y prefirió posicionarse en un estilo mucho más cercano al humeante soul que surgía de la tradición gospel, alineado con las obras de Joe Tex, Wilson Picket o Calvin Scott. Lo más curioso es que Jimmy, como la mayoría de estrellas del soul, no fue criado por esa base soul surgida de las comunidades gospel.
Él fue por libre y gracias a un amigo que manejaba un negocio de coches entró en el mundo de la música inspirado por la gracia de Ray Charles y el espíritu de Little Richard. Este último fue un gran amigo suyo que una vez dijo de él: “He oído a grandes artistas cantando canciones de Jimmy. A Ray Charles, Bobby Womack, Z.Z. Hill o Bobby Bland, y siempre estuvieron geniales. Pero hasta que no escuchas al propio Jimmy interpretando y cantando sus propias canciones no te das cuenta del gran talento que tiene”.
Little Richard con estas declaraciones apelaba al talento del artista como intérprete por encima de su conocido talento como compositor. Porque, en efecto, Jimmy empezó
en la música explotando su ingenio escribiendo música y expresándola a través de
otros intérpretes. Su más conocida colaboración fue con su buen amigo Ray Charles
con el que protagonizó un gran dueto en 1968 con la canción «If It Wasn’t For Bad
Luck», y arregló y compuso todas las canciones de su disco para la ABC Doing His
Thing. Ya en los 90 Ray volvió a confiar en su talento para los discos Would You Believe
y Strong Love Affair que grabó para Warner.
(El resto del artículo se puede leer en el libro Espíritus en la oscuridad. Viaje a la era soul de Andreu Cunill, publicado por la editorial 66 rpm).
Viaje a la era soul 