WILLIAM BELL: The Soul of a Bell

WILLIAM BELL: The Soul of a Bell (Stax, 1967)

“Uno tiene que aceptar la admiración solo por lo que es. Les gustas por lo que haces,
pero a lo mejor tu yo real no les gustaría nada. Muchos se obsesionan con la fama, pero al hacerlo dejas de disfrutar la vida y no puedes ser nunca más una persona normal”. William Bell era lo que se suele decir un gentleman. Un tipo cultivado, creativo, tranquilo, amistoso y gran fumador de pipa que nació y creció en Memphis y se formó en la Booker T Washington School, como muchos de sus colegas de Stax.

THE OVATIONS: Hooked on a Feeling

THE OVATIONS: Hooked on a Feeling (Sounds of Memphis, 1972)

Los Ovations fueron un claro ejemplo de que Memphis también era capaz de producir sonidos dulces y exquisitos, propios de ciudades mucho más refinadas y cosmopolitas. Sus avenidas siempre estuvieron atestadas de pequeños grupos de doo wop que se arremolinaban en las esquinas, en las salidas de las escuelas y en los
concursos de talentos en busca de una oportunidad.

SYL JOHNSON: Total Explosion

SYL JOHNSON: Total Explosion (Hi, 1975)

La guitarra fue su gran pasión desde muy joven. Había nacido en Misisipi y fue criado
en Chicago. Y estos dos elementos se combinaron de forma explosiva en los dedos
de Syl, que pronto adquirió una gran habilidad con el instrumento. De adolescente,
en esa época que él llama de “sí señor, no señor”, participó en una infinidad de
sesiones con los músicos de blues más reputados, entre ellos Jimmy Reed y Magic
Sam.

SWAMP DOG: Total Destruction to Your Mind

SWAMP DOG: Total Destruction to Your Mind (Canyon, 1971)

Es un personaje entre mil, y su trascendencia nunca suficientemente reconocida.
Swamp Dogg se fue construyendo a sí mismo, en una especie de epifanía renacentista constante, en la que participó, nunca con demasiada suerte, en todos los procesos del negocio musical. Fue productor de grandes discos, muchos de ellos
comentados en este libro, músico imponderable, compositor, propietario de sellos,
manager y agitador de conciencias.

SAM DEES: The Show Must Go On

SAM DEES: The Show Must Go On (Atlantic, 1975)

Hubo un momento a principios de los setenta que en Birmingham, Alabama se convirtió en un satélite importante del soul facturado en el sur. No tenía la importancia de Memphis ni el pedigrí de Muscle Shoals pero sobresalía tímidamente como un punto geográfico donde empezaban a pasar cosas.