LATIMORE: Latimore III ( Glades, 1975)
“Soy una especie de estudioso de la vida. Me gusta hablar con la gente todo el tiempo, encontrar ciertas cosas que son universalmente verdaderas y escribir sobre ellas.”. Con esta declaración de Benny Latimore a la revista Black Music en 1978, dejaba clara su manera de entender el arte y la relación con su público. El cantante y pianista era un tipo corriente, gran trabajador, amante de las distancias cortas, y poseedor de una extensa discografía repleta de excelentes canciones.
En sus inicios el destino lo trajo a Miami donde se acabó convirtiendo en uno de los artistas principales del conglomerado de discográficas TK Records, dirigido por Henry Stone, pero su primera relación seria con la música se remonta a los años de Universidad, donde estudiaba con la intención de convertirse en maestro de inglés. Allí formó una banda llamada los Hi Tones con los que empezó a tocar el piano, y aunque ellos ya habían grabado algo para Excello, Benny nunca llegó a participar en ninguna grabación. Para él esa fue una aventura iniciatica intensa que lo convenció de su vocación musical. A partir de ese momento tuvo claro que quería dedicarse al show business.
En 1962 dejó la banda para girar con el artista de gospel Joe Henderson con el que estuvo recorriendo América durante más de dos años. En 1964 decidió dejar la dura vida de la carretera y probar suerte en Miami, ciudad que le había dado muy buenas sensaciones en una de las paradas del tour. En la ciudad consiguió su primer trabajo como pianista de la banda residente del Knight Beat, mítico local del Overtown. Allí fue descubierto por el ídolo adolescente Steve Alaimo, que era socio de Henry Stone en alguno de sus sellos. Esa fue la oportunidad que Benny necesitaba para empezar una carrera discográfica.
(El resto del artículo se puede leer en el libro Espíritus en la oscuridad. Viaje a la era soul de Andreu Cunill, publicado por la editorial 66 rpm).