HOWARD TATE: Get It While You Can (Verve, 1967)
Después de su primera actuacion en la Iglesia de su padre cantando «lf I Could Just Touch The Hem of His Garment I Could Be Made Whole» de Sam Cooke, este le dijo: «Tu voz es un regalo de Dios, no lo desaproveches». Ese fue el impulso perfecto para que Howard Tate considerara dedicarse a la música en serio. Empezó ensayando en las calles de Filadelfia armonizando con dos de sus sobrinos, y pronto se enroló con los Belairs.
En una de sus actuaciones un A&R de Mercury los descubrió y les ofreció un contrato, con la condición de cantar música secular y la falsa promesa de ganar un millón de dolares. Howard pidió consejo a su padre y él le respondió que su Dios era demasiado grande como para mandarlo al infierno solo por cantar canciones seculares. El trato estaba hecho. Al final esa aventura no fructificó, pero Howard acabó aceptando una oferta de Bill Doggett para enrolarse con su orquesta en una gira de dos años.
Su irrepetible voz, musculosa y poderosa o, como dijo una vez Elvis Costello, el eslabón perdido entre Sam Cooke y Al Green, estaba llegando a los oídos de los hombres poderosos de la industria. Jerry Wexler pretendió ficharlo para Atlantic para que grabara con la panda de King Curtis, pero aun estaba bajo el contrato de Bill y este no le dejó escapar. Cuando finalizó el contrato Howard volvió a Filadelfia para reunirse con el productor y compositor Jerry Ragovoy, que había oído una cinta del cantante y estaba muy interesado en trabajar con él. En su curriculum estaba la composicion del «Time Is On My Side» con Irma Thomas, que los Stones habían llevado a lo alto de las listas.
(El resto del artículo se puede leer en el libro Espíritus en la oscuridad. Viaje a la era soul de Andreu Cunill, publicado por la editorial 66 rpm).